martes, 5 de noviembre de 2013

Cantata de una noche de verano

Como un sentimiento claro de transpiración tras mis tobillos y hacia arriba,
como cuando el viento dispone acariciar en forma de escalofríos tu piel y te estremece,
como cuando haces el amor y escuchas a lo lejos una niña gritando; como si la presión de dibujar en tu rostro una sonrisa fuera inmediata y el suspiro "cursi" de aderezo fuese obligatorio.


Cuando tu voz inunda mis tímpanos
y permite al tiempo detener mi voz . Ambas, estarse calladas,
y si te interpones frente a mi sexo prohibiendo que este se libere usando de tope una mujer de linda sonrisa y buena onda, como símbolo suficiente de supremacía y tolerancia.

Que si yo no escuchara atento tus pasos y observara atento en tus gestos tus emociones; como si nuestra intimidad fuera privada y en lo privado me mintieras,
que si naciera de la luna infinita un espacio decorado por los dos y la sinceridad que contigo impregno fuese temporaria, jornalera y los motivos de mi transpiración, escalofríos, sonrisas, silencios y privaciones fueran puestas en escena simples que fingieran interés en ti.

En el caso del que no sabe estar enamorado, no puede quedarse más que callado cuando escucha la voz del otro, en el caso preciso de la entrada del ocaso, cuando la piel se refresca y los seres de otro mundo me rodean, puedo pedir y mendigar por un par de besos, unos que por ser expresos, son huellas débiles en la arena cerca del mar,
y en el tiempo, ése en el que se ve disuelto el intento de entender ¡Qué se pierda! ¡Qué se vaya todo a la mierda! ¡Pero! que se sepa que yo lo intenté amar y en la sonrisa y en mi silencio pues prohibidos fueron los momentos por caprichos del viento que se aventura a poner ideas que se clavan en tus adentros y que expresaste con topes y sonrisas y tu voz diciendo nadie, nadie, sólo tú.......

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