martes, 21 de mayo de 2013

No human is ilegal



Esta es una nota dirigida al primero que la lea, 12 pm, la hora de tomar pozol y almorzar.
El día transcurre tranquilo pues no he salido de casa, el sol aparece y desaparece, es un día con nubes, mi espacio se siente bien casi no siento esos males que me aquejan a diario, sólo un poco de hambre y nada más. No sé que haré de mi día estoy entre hacer tarea y buscar un nuevo lugar para vivir, casi no encuentro nada de malo en el actual únicamente paranoias ligadas al consumo de marihuana en un país donde está penalizado y es mal visto por mis vecinos, además creo que mi familia urbana crecerá y viviré con un chico más.
El viento es benévolo conmigo me acaricia completito a pesar que estoy dentro de mi cocina sentado, viendo el cielo a través de la puerta, contemplando. La música que me acompaña es de Four Tet y la rola se llama Plastic People, es también muy buena, mis pies se mueven con ella, a pesar de eso no bailo, me quedo sentado con los pies sobre otra silla moviéndose, calzando crocs dos números más grandes del que realmente calzo, me gustan en verdad, me he caído muchas veces con ellos, caerse es feo, pero si la libras te hace sentir muy bien, suertudo y eso. Hoy hay pocas palabras que puedan describir mi estado de ánimo busco en mi mente cuales pueden ser precisas y únicamente pude expresar Neutro como el jabón de tocador, de igual manera me encuentro muy animado con lo venidero que ni sé si será bueno o malo porque no conozco los límites de ambos, soy del todo ignorante y no me desagrada serlo.

Subir de cara al sol



Subir de cara al sol,
con las piernas en coordinación motriz con nuestros cerebros,
preciosas máquinas que articulan ideas e imágenes como ninguna otra,
en una sinfonía de palabras que resuenan de mi y tu garganta,
subir de cara al sol,
con las piernas descubiertas de razón, empapadas de placer,
intimando con lo que forma todo, rayo de sol, pedazo de nube, estrecha relación,
veo el reflejo del sol en tus ojos y sigo subiendo, me elevo tan alto que casi llego a la montaña más alta del valle, y en un suspiro desaparezco y enfrento el eclipse que me ofrece el panorama,
subir de cara al sol,
con las piernas extasiadas en experiencia de utilizarlas a diario casi para todo,
con el movimiento libre, autónomo de dirección, muy nuestro,
ricas formas y vienen y se acumulan nuestros pensamientos,
tiernos retoños que germinaron bajo la luz fuerte y tenue del perpetuo atardecer,
ese mismo color naranja, amarillo, rojo, policolor, aquello que en nuestras iris proyectamos,
pupilas dilatadas por efecto de la compañía mientras subimos de cara al sol,
y que si de repente queda detrás y juntos damos la vuelta y congregamos espacio, energía, tiempo,
y el sol, ¿Qué es el sol si no el reflejo de tus ojos, de mi voz, de las piernas de los que caminan?
Todo está vivo, es hermoso, nuestras manos corren sueltas fascinadas, 
es encuentro es entrega, será aquello que viene y lo que se fue también,
abstracción, textura distinta, lejanas sensaciones es polución, reacción en cadena,
festejando el sol, subiendo de cara a él, de frente, luego por la espalda,
bendiciendo aquello que está vivo, formulando preguntas y respuestas,
filosofía, ideas dispersas, mayeútica, acción sinérgica,
con los miembros disponibles todos hemos subido de cara al sol,
con la finalidad que fuere, lo hacemos, miramos el sol, sentimos el sol, ritualizamos el sol,
pero el sol que es el reflejo de tus ojos es sin duda, el más bello sol que he podido observar.