viernes, 15 de marzo de 2013

Manzana Mordida



Una manzana mordida es el paisaje que se encuentra tras de mí, y los colores que se aparecen son tan lúcidos, como las lenguas que a cada paso inundan mis tímpanos.

Hacia el encuentro de todos estos en el vacío infinito de las realidades de monos inteligentes, que perfilan distintos tal como son en la sinfonía de los simios hermosos simios, que bailan graciosamente con una manzana mordida de paisaje, de fondo.

Raras anécdotas de encerrones, de pasados comunes, de historias de piedras que hablan, interpretaciones celestes, cuestiones numismáticas y serviles, anécdotas de machetes, herramientas del homo, el homo faber que hace hace y deshace lo que alcanza lo que encuentra como la manzana que por el fue mordida, la manzana que esta de paisaje que alucina materialmente lo neo en el rumbo.

...Ti kuts’ kalaltake
jchi’laktiketik xchi’uk jmololtiketike,
mu’ to xi yilbikun ti jsate,
staj to yav makal ti yelovike, ts’ijilik,
mu xojtikinik ti yibelik xchi’uk xch’ich’elik,
spasojan xa sbaik ta bijil jkaxlan lumetik,
indio” xi yutikun xa... Andrés López Díaz

Asimismados estamos en lo nuestro, aventurándonos al paso del tiempo descifrando lo que es y vendrá y seguirá siendo, retocando las caricias del mismo tiempo mermado por lo que en la humanidad merma, que difiere de lo que no entendemos pues somos proceso, evolución, cambio gestado desde el inicio.

Rugoso sendero que converge tras o frente ya no sé de la manzana mordida que hemos creado y que recuerda lo que somos y hacemos en la pasajera vida, en la madre nodriza nave, en la bola de tierra, el planeta pues que nos encuentra aún más extraños y nos ufanamos en decirnos monos, hijos, especie terrestre, y tales cosas que nos a ojos ajenos achican, ridiculizan, estupidizan, apendejan.

Aquí nos juntamos unos cuantos frente a esa pobre manzana que fue mordida pero no por completa consumida, a discutir lo que se debe y tratar de mover nuestra conformación encefálica para proponer lo que es bastante ignorado y reservado a lo que se llama academia y discusión teórica, mientras disfruto de los lúcidos colores que acá los que estamos manifestamos en nuestro kuxlejal sobre la jmetik, la balumil.

lunes, 11 de marzo de 2013

OBSERVATORIO



Así estas, puesta en la sombra, sola,
caminas lentamente dos pasos para allá y regresas,
¿Qué miras? Chica guapa del tabaco mexicano,
tus lentes oscuros delatan esto y aquello,
te gusta morder las frutas secas que en navidad te regalaron,
mientras tomas un vaso de agua.

Seria te encuentro en la biblioteca,
en la parada del transporte público,
en los portales del centro de la ciudad,
bajo la lluvia, bajo el sol,
siempre seria, esperando a alguien, algo.

Me miras de repente y yo huyo de tu juicio visual,
me gusta observarte sin ser observado,
pienso que me conoces y que eres parte de mi día,
no estoy enamorado, me llamas la atención.

Así estoy viéndote fijo cada que te topo,
como semillas y tomo un vaso de agua, las que compro en el mercado,
fumo tabaco mexicano y no uso lentes,
pero tengo la mirada dispersa,
pues pienso todo el día de mi frente hacia dentro.

martes, 5 de marzo de 2013

EL COLOR DE LAS ABUELAS



Y las abuelas de colores pintaron el cielo,
rosado, anaranjado, verde, amarillo, violeta, de todos esos y más colores fueron las estrellas,
y así su forma de sentir quedó plasmada,
en la belleza, en la originalidad, en lo sustancial.

De colores fueron las flores y los animales,
venados, guajolotes, jaguares, todos ellos plasmados de sus mentes,
así lo crearon, así lo decidieron,
fue entonces cuando el hombre-mujer se sintió parte de su mundo.

Ellas, las que heredaron de las más abuelas el conocimiento,
dijeron que era azul, negro, blanco, rojo y así lo hicieron y lo seguirán haciendo,
rayos de sol bajan del cielo hacia la tierra, de flores emergen sus pies y levantan su mirada al que da la cosecha, germina el maíz, la calabaza el frijol.

Lo saben y lo proyectan,
bellas son sus manos, sagradas sus técnicas,
ancestral sabiduría que festeja los colores de la vida,
Así fue dicho y así es.

El telar de mi tierra,
que es bendita porque es tierra,
que es de colores porque así lo quisieron los antiguos,
se visten de ellos y a diario los lucen sin importar como el otro los mira,
sólo celebran la vida y lo que saben de ella.

Tejidos de la tierra,
tintas de las plantas y los minerales,
puntadas que pertenecen al mundo de los sueños,
al mundo de lo divino, y también de lo humano.